martes, 8 de enero de 2008

Sepa si su hijo consume drogas

Tenemos aquí un texto del Licenciado en Biología Social Marcelo Knie..vikil..stein, autor de varios ejemplares periodísticos sobre el consumo de drogas como ser "El puntero y vos" o el célebre ensayo "Probé la blanca y ya no toco las otras" y quién puede olvidar su último libro dedicado al joven floricultor inexperto, "Plantar y luego volar: No al revés"
Estos trabajos de gran renombre entre los especialistas se han valido de elogios en los medios de comunicación, como ser la revista "LSD Argentina", o el reconocido matutino chileno "Estirando blanca"
Como nuestro programa tiene una audiencia en un 95% femenina decidimos transmitir textualmente el último artículo del Licenciado Marcelo Kniev...Kniev..Knie..del Licenciado, con el afán de alertar en cierta forma a las madres sobre este flagelo que cada día se hace más notorio entre los jóvenes. Se titula "Sepa si su hijo consume drogas", una práctica guía para garantizarnos del consumo de narcóticos en nuestros adolescentes. Concretamente no es tanto para saber, es más que todo para sacarse la duda; nos explica Knievikilstein con su peculiar manera de relatar:

Sepa si su hijo consume drogas: Guía práctica para la detección de faso

Señora, mi trabajo no es asustarla, pero por lo que indican las estadísticas lo más probable es que su hijo esté consumiendo estupefacientes. En realidad lo que usted quiere es corroborar esta situación.
Yo siempre digo que los tiempos cambiaron, así como los chicos son más boludos para algunas cosas, también se avivaron para otras, por eso no sirve de nada que le revise los bolsos como lo hubiera hecho antes, no va a encontrar nada más que cuadernos en blanco o un par de preservativos sabor frutilla. Tampoco crea que por ver un dibujo de una hoja de cannabis en la remera tiene problemas con la merca, podría darse que no queme ni pastito y que a la remera la tenga para no quedar como un perejil al frente de sus amigotes, los mismos que le dijeron "si tomás de cabeza te pega más rápido" y como buen boludo se puso a hacer la vertical que no le sale desde los nueve años con tal de caerles bien.
Yo le recomiendo que se fije en cómo habla con ellos. Usted tiene que saber diferenciar cuando una conversación es del palo; de ahí todo se torna más simple. Veamos unos ejemplos de chicos que probablemente están ajenos a las drogas:

  • Me quiero meter en Medicina, che.
  • ¡Chicos! ¡La vi a Laurita y está más tetona que nunca!
  • Soñé que te la garchabas a la profe. La tenías re grande, man.

Podemos ver que son bastante pelotudos, sí, pero ajenos a las drogas, lo cual me hace dudar mucho de mi trabajo...
De todas formas, para detectar el léxico "del ladrillo" se debe prestar mucha atención y tener un minucioso sentido auditivo. Ahora veamos ejemplos de chicos que sí son consumidores, por favor nótese cómo pequeñas diferencias en frases muy comunes nos dan pautas sobre la conducta:

  • ¡Cómo pega esto, man! (con voz de boludo, o sea, haciendo durar la sílaba acentuada)
  • ¡Qué flash, loco!
  • Soñé que te la garchabas a la profe mientras te fumabas uno re grande, man.
Evidente. Ahora, vale aclarar que a veces la forma de hablar no acompaña una conducta de consumo, puede que sea un caso de atrofio cerebral, dislexia o varicela. Por eso hay otros métodos modernos que se pueden utilizar. El más efectivo es preguntar directo a los ojos, con un palo de amasar en la mano (procure menearlo desde arriba hacia abajo, no de lado a lado como la creencia popular sugiere)

Cuando la violencia no es la solución, sólo se puede recurrir a la psicología, pero esto no es aconsejable. Puede que usted reciba a veces respuestas tan incoherentes de su hijo que se preguntará en qué estaba pensando cuando lo dijo, exactamente igual que cuando mis colegas y yo nos preguntamos por qué alguien le pondría "boluda" a su organización. Pero son cosas que pasan. Lo que debe hacer en estos casos en mantener la calma y profundizar en el tema:

  • Si obtiene muchas respuestas incoherentes pero que suenan muy bien, cerciórese de que su hijo esté escuchando algo del Indio Solari, en caso contrario consulte a un especialista psiquiátrico.
  • Preste atención a su reacción cuando usted o su marido mencionen palabras como "blanca", "ay cómo pega esta cagada", "le compramos un pinito al Paragua", "traela a María y vemos..." Si al escuchar esto empieza a hablar como boludo -más que lo de costumbre-, es hora de tomar medidas.
Estos tips nos revelarán mucho sobre la conducta de nuestros hijos con respecto al porro y a otros males de este tipo (o de este tipo) Pero por lo general no va a necesitar tanto análisis para saber lo que ocultan, los consumidores adolescentes no tienen mucho cuidado al disimular su adicción, algunos psicólogos le atribuyen esta conducta a su condición de volados, yo personalmente creo que es porque son bastante pelotudos. La cuestión es que se dan a conocer por sí solos, no son sutiles ni en la compra ni en el consumo, a veces parece que piensan que no hacen nada malo, pero la mayoría de las veces parece que no piensan absolutamente nada.

De todas formas, podríamos dudar de la cantidad de ingesta de tiza y comenzar a preocuparnos. Según la revista norteamericana "Newsweed" cuando usted finalmente ha detectado que su hijo tiene una severa adicción a las drogas lo mejor es consultar a su puntero de confianza, si lo que está consiguiendo es de calidad, todavía tiene salvación, de otra forma lo mejor es convertirlo en responsabilidad del estado.